Presentación Novela La Mujer en Cuestión
De María Teresa Andruetto
GRUPO EDITORIAL RANDOM HOUSE· MONDADORI De BOLSILLO
Primer Premio Novela Fondo Nacional de las Artes 2002
(Existe una edición anterior; Alción, 2002)
Con un formato de sesgo policial, esta novela gira en torno a una mujer enigmática que se recorta contra el fondo social de los años de la dictadura en Argentina. Así Eva Mondino, la mujer en cuestión, se convierte (a la manera de Leni en Retrato de grupo con señora, de Heinrich Böll) en figura emblemática o acaso en pretexto para entender una época.
Fragmento
De todo lo que le ha sucedido a Eva en la vida, y no parece que le hayan sucedido pocas cosas, lo que más dolor le provoca es - según los numerosos testimonios recabados- haber tenido un hijo y no saber dónde está, ni tampoco si está vivo o muerto.
Consultada la misma Eva en dos oportunidades, acerca de lo que sucedió en aquel sitio a donde la llevaron y que ella supone que es el Cabildo de la ciudad, dice que alguien le tomó la mano, "la puso sobre la bragueta " e hizo que lo tocara, que " le hizo eso varias veces" en el tiempo en que estuvo en ese lugar y que ella creyó "que se trataba de una persona desagradable, físicamente desagradable..." pero que en algún momento él le bajó la venda y ella vio que se trataba de "un hombre joven, delgado, un hombre común.
Dice en una primera entrevista, rompiendo en llanto: "a veces me parece que son alucinaciones, pero a la vez estoy segura de que todo eso pasó...". Luego de unos minutos, ya más tranquila, agrega que después de aquellos episodios la trasladaron a otro sitio y que es en ese otro sitio donde nació su hijo, que sabe muy bien que algunas personas que "se ensañan" contra ella "dicen cualquier barbaridad ", que no comprende cómo hay quienes pueden pensar que ella no tuvo ese hijo, "sí que lo tuve, y es hijo de Aldo", y que por más que estuvo en "un lugar oscuro donde se le mezclan a uno los días y las noches" y que en ese lugar vivió" sin almanaque, ni reloj, ni luz del sol", ella sabe que "era un varón, porque lo tuve un momento sobre mi cuerpo, hasta que le cortaron el cordón y se lo llevaron...", "... yo sabía que eso iba a pasar, que me lo sacarían...., lo escuché llorar, estoy segura de eso, pero ellos me dijeron que había nacido muerto y ya no supe más".
A la pregunta de cómo sabe que se trataba de un varón, ella contesta que "(el niño) estaba bocabajo sobre mi cuerpo, señor" y ella sintió su pene "pequeñito contra la panza", que está segura de eso. Ante esta afirmación, no se ha querido hacerle otras preguntas.
No obstante, en una segunda entrevista ella se extendió sobre este punto: " sé que no lo he soñado, que es así como pasaron las cosas", "... primero creí que había muerto, hasta que se supo lo del plan (N. del I.: se refiere al programa de apropiación de niños y supresión de identidad que, de atender a las denuncias de organizaciones de derechos humanos, se habría orquestado entre los años 1976 y 1983) y se empezaron a denunciar los robos, y entonces comencé a pensar que a lo mejor estaba vivo..., pero dónde buscarlo, son tantos años...", y a la pregunta de este informante acerca de si en algún momento creyó que podía hacer algo para recuperarlo, agregó "...no sé, nadie me lo dio, ni vivo ni muerto, me lo arrancaron, se lo llevaron, y ya no lo vi más, ni supe de su existencia, hasta ahora, hasta esto que me dice usted..." (N. del I.: en relación a lo manifestado por la presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, acerca de que el hijo de un militar de alto rango, radicado en un país extranjero, no sería hijo biológico de éste, sino de una detenida de Campo de la Ribera, probablemente de la desaparecida Lucila Cardone, de la ciudadana francesa Paulette Blanche, también desaparecida, o de Eva Mondino Freiberg, asunto sobre el que la protagonista de este informe asegura no conocer una palabra).
A la mujer de quien se ocupa el presente informe la llevaron, como ya se ha dicho, muy probablemente desde el Cabildo de la ciudad (N.del I.: no hay seguridad de que sea éste el sitio donde estuvo recluida, más bien el dato corresponde a un supuesto de la mujer en cuestión, quien asegura también no tener registro de la cantidad de tiempo pasado allí), vendada, a otro lugar, (N.del I.: sobre esto, como sobre el asunto del hombre de aspecto común que le habría quitado la venda en una celda del Cabildo, no hay otro testimonio más que el de la propia Eva), "Campo de la Ribera, creo" (N. del I.: este punto es coincidente con el testimonio de Pacha Freytes, quien en disidencia con Eva, sí sabe con seguridad que estuvo en ese sitio) y tiene de los días pasados allí, a diferencia de los transcurridos en el Cabildo, pocos recuerdos porque "estaba como anestesiada...lo único que quería era morirme..." (Eva, este encomillado y los siguientes) y, según dice, lo ha olvidado todo, le han quedado "fogonazos apenas" en los que se ve "abrazada a otra" mujer, presa como ella, cantando las dos una canción de cuna, "esa que dice María Magdalena por qué llora la nena, por una manzana que se le ha perdido...", y enseguida se larga a llorar - esta vez sin pudor, ni disimulos -, pega un golpe sobre la mesa y agrega "no era precisamente una manzana lo que había perdido, señor".
Se dijo sobre la obra
Me gustó mucho La mujer en cuestión. Asediar un enigma; jugar con lo que se sabe, lo que no se sabe, lo que se oculta, lo que se entrevé: me pareció una forma impecable de entrarle a ese tema. Martín Kohan
La mujer en cuestión es una novela extraordinaria que aborda el tema de la identidad como correlato inexcusable de la violencia, el horror y la muerte que desencadenó la última dictadura. El hallazgo formal de esta historia vibrante es un motivo más para internarse en la reconstrucción de una vida borrada. Juan Martini
Si se necesita una prueba de que María Teresa Andruetto se cuenta entre las (los) mejores narradores de este país rico, generoso y desgraciado, esta prueba lleva por título La Mujer en Cuestión. Andrés Rivera
La mujer en cuestión de María Teresa Andruetto (2003) gira alrededor de una ex prisionera del campo de concentración de La Perla en Córdoba, que sobrevive gracias a que tiene relaciones sexuales con un torturador; pero la supuesta traición de la mujer empalidece ante los gestos de mini-colaboración con el régimen de muchos de aquellos mismos ciudadanos comunes que ahora la condenan por traidora, como la vecina que por temor no le permitió esconderse en su casa, el abogado que la denunció a las autoridades, el profesor que le pidió acostarse con ella a cambio de información, o incluso los mismos padres que no le prestaron dinero para huir del país. Fernando Reatti, Georgia State College. Georgia, Atlanta (USA).
En la novela de Andruetto, dos epígrafes abren el relato como una secreta advertencia, uno en inglés cuya traducción aproximada sería "Si yo pudiera atrapar la oscuridad / con los ojos abiertos" y la otra "El mundo parece plano, / pero yo / sé que no lo es". Ambas citas aluden a los límites de toda visibilidad y de toda experiencia sensible ¿cómo ver en lo oscuro? ¿Cómo percibir la verdad tras las apariencias? Operaciones del ojo y de los sentidos ante las que cualquier proceso de cognición inmediata fracasa. Sólo es posible entrever, suponer, conjeturar ya que lo que se muestra es incierto, sospechoso o falso. Y toda la novela, que aparece organizada como un informe, es decir un documento presuntamente objetivo, es una sucesión de entrevistas, testimonios orales que sólo permiten entrever o tanto lo que está en las palabras, sino lo que se oculta, lo no dicho, lo que está, estuvo o sigue estando, más allá de las palabras, en otra parte, una parte negada de la historia, personal y colectiva. Pampa Arán. Temporalidad y narratividad en historias de vida. Novelas de Andruetto y Schmucler. II FORO DE INVESTIGADORES EN LITERATURA Y CULTURA ARGENTINA. Universidad Nacional de Córdoba.
Esa escritura sin estilo, descarnada, directa, parece responder a una necesidad impuesta por la temática; embellecer la narración de ciertos hechos -los asesinatos, las torturas y las posteriores consecuencias- parece ser para los autores algo "inmoral". El extremo de esa actitud es el género elegido por Andruetto para narrar su novela: el informe. Pablo Dema, Universidad Nacional de Río Cuarto, Revista Cartografías.
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